La Sensación de Entitlement: El Motor Oculto del Defraudador y el Corrupto
La raíz psicológica del fraude y la corrupción
La Sensación de Entitlement: El Motor Oculto del Defraudador y el Corrupto
La raíz psicológica del fraude y la corrupción
En el corazón de muchas conductas egoístas y destructivas, como el fraude y la corrupción, se encuentra un fenómeno psicológico y social conocido como "entitlement" o sensación de derecho. Este término describe la creencia de que una persona merece privilegios, beneficios o excepciones especiales, independientemente de si ha hecho algo para ganárselos. Es una actitud que, aunque puede parecer inofensiva en pequeñas dosis, se convierte en un motor poderoso para justificar actos que perjudican a otros y a la sociedad en su conjunto.
El "entitlement" no se limita a un grupo específico, como los empresarios que evaden impuestos o los políticos corruptos, sino que se manifiesta en diferentes niveles y áreas de una organización: desde la alta dirección hasta los departamentos de compras, finanzas, contabilidad, e incluso en socios y colaboradores externos. Este fenómeno tiene un impacto transversal que afecta tanto a las organizaciones como a la sociedad en general.
¿Qué es el "Entitlement"?
El "entitlement" no es simplemente el deseo de tener más o de aspirar a algo mejor. Es una creencia profundamente arraigada de que uno tiene derecho a recibir más de lo que le corresponde, ya sea por su posición, poder, riqueza o una percepción inflada de su propio valor. Las personas con esta mentalidad suelen pensar que las reglas no aplican para ellas, que están por encima de los demás y que el mundo les debe algo.
En el caso del defraudador y el corrupto, esta sensación de "entitlement" se convierte en una justificación interna para sus acciones. No importa si están violando leyes, traicionando la confianza de otros o causando daño a la sociedad; en su mente, ellos merecen lo que están tomando, y cualquier obstáculo que se interponga en su camino es visto como una injusticia personal.
El "Entitlement" en Diferentes Roles
El "Entitlement" en el Defraudador Fiscal
El defraudador fiscal es un ejemplo claro de cómo el "entitlement" puede manifestarse en la vida cotidiana. Este individuo, ya sea un empresario que evade impuestos o un ciudadano que manipula sus declaraciones fiscales, actúa desde la creencia de que tiene derecho a más de lo que le corresponde.
Por ejemplo, un empresario que evade impuestos puede justificar su conducta pensando: "El gobierno ya me quita demasiado, yo trabajo más duro que los demás, así que tengo derecho a quedarme con este dinero". En su mente, no está cometiendo un delito, sino corrigiendo una supuesta injusticia. Este razonamiento, aunque erróneo, le permite actuar sin remordimientos y, en muchos casos, incluso sentirse orgulloso de su "astucia".
El "Entitlement" en el Político Corrupto
El político corrupto lleva esta sensación de derecho a un nivel más institucionalizado. Ya sea un funcionario que acepta sobornos, un líder que desvía fondos públicos o un representante que abusa de su poder, el corrupto opera bajo la creencia de que su posición le otorga privilegios especiales.
Un político corrupto puede pensar: "He trabajado duro para llegar a este puesto, así que merezco disfrutar de estos beneficios". En su mente, el poder no es una responsabilidad, sino una recompensa. Esta mentalidad no solo le permite justificar sus acciones, sino que también le lleva a despreciar a quienes lo critican, viéndolos como envidiosos o incapaces de entender su "merecido éxito".
El "Entitlement" en la Alta Dirección
En los niveles más altos de una organización, el "entitlement" puede manifestarse como una sensación de superioridad que lleva a los líderes a justificar decisiones poco éticas o incluso ilegales. Esto incluye:
El abuso de poder se manifiesta en el uso indebido de los recursos de la empresa para fines personales, mientras que la manipulación de resultados implica inflar cifras con el objetivo de obtener bonos o beneficios adicionales. Además, una desconexión ética lleva a algunos a creer que las reglas no aplican para ellos debido a su posición, justificando así conductas que perjudican a la organización y a su entorno.
Por ejemplo, un líder puede pensar: "He trabajado duro para llegar aquí, así que merezco estos beneficios adicionales". Esta mentalidad no solo justifica sus acciones, sino que también lo lleva a despreciar las críticas, viéndolas como ataques injustificados.
El "Entitlement" en los Departamentos de Compras
El área de compras es especialmente vulnerable al "entitlement" debido a su acceso directo a proveedores, contratos y recursos financieros. Aquí, el "entitlement" puede manifestarse de diversas maneras:
La extorsión a proveedores ocurre cuando un empleado utiliza su poder de decisión para presionar a los proveedores a ofrecer sobornos o beneficios personales, justificando su conducta con frases como: "Yo tengo el control, y si no lo hago, alguien más lo hará". La aceptación de regalos o favores se da cuando un empleado acepta obsequios de un proveedor pensando: "Esto no afecta a la empresa, me lo merezco por mi trabajo". Además, la subordinación de los intereses de la empresa se manifiesta cuando un empleado prioriza sus propios intereses sobre los de la organización, justificando sus acciones con la idea de que su posición le da derecho a obtener beneficios adicionales.
Por ejemplo, un empleado de compras puede extorsionar a proveedores creyendo que su poder de decisión en las compras le da derecho a exigir beneficios personales, incluso si esto perjudica los intereses de la empresa. Este tipo de comportamiento no solo afecta la reputación de la organización, sino que también genera un ambiente de desconfianza y corrupción.
El "Entitlement" en Finanzas y Contabilidad
En estas áreas, el "entitlement" puede llevar a justificar fraudes financieros, manipulación de cifras o desvío de fondos. Algunos ejemplos incluyen:
El fraude contable se presenta al alterar balances para ocultar pérdidas o inflar ganancias, mientras que el desvío de fondos suele justificarse como "un préstamo temporal" o "un beneficio merecido". Por otro lado, la evasión de controles internos ocurre cuando un empleado, confiado en su conocimiento técnico, cree tener el derecho de saltarse las reglas establecidas.
Por ejemplo, un contador puede pensar: "Conozco mejor que nadie cómo funciona esto, así que puedo ajustar los números sin que nadie lo note".
El "Entitlement" en Socios y Colaboradores Externos
El "entitlement" no solo se limita a los empleados internos, sino que también puede manifestarse en socios estratégicos, contratistas o colaboradores externos. Esto puede incluir:
Los sobornos o favores suelen justificarse como "parte del costo de hacer negocios". El incumplimiento de contratos, por su parte, se basa en la creencia de que "la empresa puede absorber las pérdidas". Finalmente, la explotación de relaciones ocurre cuando se utilizan conexiones personales para obtener beneficios indebidos.
Por ejemplo, un socio externo puede justificar un incumplimiento contractual pensando: "La empresa tiene recursos suficientes, no les afectará".
Consecuencias Sociales del "Entitlement"
La sensación de "entitlement" tiene un impacto devastador en la sociedad. Cuando el defraudador y el corrupto actúan desde esta mentalidad, erosionan la confianza en las instituciones, perpetúan la desigualdad y generan un ciclo de impunidad. Por ejemplo:
La evasión fiscal es una práctica que afecta gravemente a la sociedad, ya que los impuestos evadidos son recursos que deberían destinarse a financiar servicios públicos esenciales como la educación, la salud y la seguridad. Cuando las personas o empresas eluden sus responsabilidades fiscales, se genera un déficit en los presupuestos gubernamentales, lo que perjudica directamente a los ciudadanos, especialmente a los más vulnerables, que dependen de estos servicios para mejorar su calidad de vida.
Por otro lado, la corrupción política representa un desvío de recursos públicos que podrían haberse utilizado para proyectos que beneficien a la sociedad en su conjunto, como la construcción de infraestructura, el fortalecimiento del sistema educativo o la mejora de los servicios de salud. Este tipo de prácticas no solo limita el desarrollo de los países, sino que también mina la confianza de los ciudadanos en las instituciones y en los líderes que deberían velar por el bienestar colectivo.
Finalmente, estas conductas generan una cultura de desconfianza en la sociedad. Cuando las personas observan que otros se benefician de manera indebida sin enfrentar consecuencias, pueden sentirse tentadas a actuar de la misma forma, perpetuando un ciclo de cinismo y corrupción. Esto no solo afecta la cohesión social, sino que también dificulta la construcción de una sociedad basada en la ética, la transparencia y el respeto por las normas.
¿Cómo Combatir el "Entitlement"?
1. Educación en Valores
Desde una edad temprana, es importante enseñar la empatía, la responsabilidad y el respeto por los demás. En las organizaciones, esto se traduce en:
La capacitación en ética es fundamental para promover una cultura organizacional basada en valores y principios sólidos. Diseñar programas específicos para cada área permite abordar los dilemas éticos más comunes que enfrentan los empleados en su día a día, brindándoles herramientas prácticas para tomar decisiones responsables. Estos programas deben adaptarse a las particularidades de cada sector, asegurando que los participantes comprendan cómo aplicar los principios éticos en situaciones reales y específicas de su entorno laboral.
Además, es importante fomentar la reflexión personal como parte del proceso de formación ética. Crear espacios donde los empleados puedan cuestionar sus propias creencias, actitudes y comportamientos les permite identificar posibles sesgos o inconsistencias en su actuar. Este ejercicio de introspección no solo fortalece su compromiso con la ética, sino que también contribuye a construir un ambiente laboral más transparente, respetuoso y alineado con los valores de la organización.
2. Fortalecimiento de las Instituciones y Controles Internos
Las auditorías regulares son una herramienta esencial para garantizar la transparencia y la correcta gestión de los recursos en cualquier organización. Implementar revisiones periódicas en áreas clave como compras, finanzas y contabilidad permite identificar posibles irregularidades, prevenir fraudes y asegurar que los procesos se lleven a cabo de acuerdo con las normativas establecidas. Estas auditorías no solo fortalecen la confianza en la gestión interna, sino que también contribuyen a mejorar la eficiencia operativa al detectar áreas de mejora.
Por otro lado, la segregación de funciones es un principio clave para reducir riesgos y evitar conflictos de interés. Al asegurarse de que ninguna persona tenga control total sobre un proceso, se minimizan las oportunidades de cometer errores o actos indebidos. Por ejemplo, separar las responsabilidades de autorización, ejecución y supervisión en un procedimiento garantiza que haya un sistema de control interno más robusto y confiable, promoviendo la rendición de cuentas en todos los niveles de la organización.
Finalmente, la aplicación justa de las leyes es fundamental para mantener la integridad y la equidad en cualquier sistema. Las normas deben aplicarse de manera consistente, sin importar la posición, el poder o la influencia de los involucrados. Esto no solo refuerza la confianza en las instituciones, sino que también envía un mensaje claro de que nadie está por encima de la ley. Una aplicación imparcial de las reglas fomenta un entorno de justicia y respeto, elementos esenciales para el desarrollo de una sociedad o una organización ética y sostenible.
3. Promoción de la Transparencia
Las políticas claras son fundamentales para establecer un marco de comportamiento ético dentro de cualquier organización. Es necesario definir reglas específicas sobre temas como la aceptación de regalos, los conflictos de interés y el uso adecuado de los recursos de la empresa. Estas políticas deben ser comunicadas de manera transparente a todos los empleados, asegurando que comprendan las expectativas y las consecuencias de no cumplir con ellas. De esta forma, se fomenta un ambiente de trabajo basado en la integridad y la responsabilidad.
Asimismo, la implementación de canales de denuncia seguros y anónimos es clave para detectar y abordar irregularidades de manera oportuna. Estos mecanismos deben garantizar la confidencialidad de quienes reportan posibles actos indebidos, protegiéndolos de represalias y promoviendo una cultura de confianza. Al contar con un sistema accesible y confiable, los empleados se sentirán más motivados a reportar conductas inapropiadas, contribuyendo a la mejora continua de los procesos internos y al fortalecimiento de la ética organizacional.
En conjunto, las políticas claras y los canales de denuncia forman una base sólida para prevenir y gestionar situaciones que puedan comprometer la integridad de la organización. Estas herramientas no solo refuerzan el compromiso con los valores éticos, sino que también generan un entorno laboral más transparente, justo y alineado con los principios fundamentales de la empresa.
4. Fomentar la Rendición de Cuentas
Establecer consecuencias claras para las violaciones éticas es esencial para mantener la disciplina y la confianza dentro de una organización. Cuando las personas saben que sus acciones tendrán repercusiones tangibles, se fomenta un mayor compromiso con las normas y valores establecidos. Estas consecuencias deben ser proporcionales a la gravedad de la falta y aplicarse de manera consistente, sin excepciones, para garantizar un entorno justo y transparente. De esta forma, se refuerza la importancia de actuar con integridad y se desalientan comportamientos que puedan comprometer la ética organizacional.
Por otro lado, el liderazgo ejemplar es un pilar fundamental para promover una cultura ética. Los líderes deben ser los primeros en actuar con integridad, respetar las normas y rendir cuentas por sus acciones. Su comportamiento establece el estándar para el resto de la organización, ya que los empleados tienden a seguir el ejemplo que ven en sus superiores. Un liderazgo basado en la ética no solo inspira confianza, sino que también fortalece el compromiso de todos los miembros de la organización con los valores y principios que la guían.
Reflexión Final
La sensación de "entitlement" es un fenómeno complejo que, aunque puede parecer inofensivo en un principio, tiene el potencial de causar un daño significativo cuando se combina con el poder, la ambición y la falta de escrúpulos. Entender este concepto es el primer paso para combatirlo, tanto a nivel individual como colectivo.
En última instancia, el defraudador y el corrupto no solo dañan a los demás, sino que también se dañan a sí mismos, ya que su sensación de derecho los aísla de la verdadera satisfacción que proviene de actuar con integridad y contribuir al bienestar común. Como sociedad, debemos trabajar juntos para desmantelar las estructuras y las mentalidades que perpetúan el "entitlement", y construir un futuro basado en la justicia, la equidad y el respeto mutuo.
El defraudador y el corrupto no solo roban dinero, sino que se alimentan de un ego desmedido que les convence de merecer lo que nunca les ha pertenecido.
En mi libro Fundamentos de Auditoría Forense exploramos a profundidad cómo la psicología del 'entitlement' y otros factores humanos alimentan el fraude y la corrupción. A través de casos prácticos y herramientas clave, te invito a descubrir cómo desenmascarar estas conductas y fortalecer la transparencia en cualquier organización. Una lectura imprescindible para quienes buscan justicia, verdad y el combate al fraude.
Alfonso Ruelas Ramos, Fundamentos de Auditoría Forense