En Tutor Negotia, entendemos que un proyecto de inversión exitoso se desarrolla a través de un ciclo de vida compuesto por tres etapas esenciales: preinversión, inversión y operación. Estas etapas son fundamentales para asegurar que el proyecto no solo aborde un problema, necesidad, oportunidad o riesgo, sino que también garantice su viabilidad técnica, operativa, sustentable y financiera, ya sea en el ámbito público o privado.
La etapa de preinversión es crucial cuando se identifica una problemática que podría requerir intervención. Aunque pueden surgir múltiples ideas para abordar dicha problemática, no es viable iniciar un proyecto solo a partir de una idea. Es necesario realizar un análisis exhaustivo para decidir si esa idea puede convertirse en un proyecto viable. Iniciar un proyecto sin este análisis podría aumentar significativamente el riesgo de fracaso y la incertidumbre sobre su éxito.
Las metodologías para la preparación y evaluación socioeconómica de proyectos consideran sistemáticamente las etapas del ciclo de vida del proyecto. La solidez de la etapa de preinversión es fundamental para seleccionar la mejor alternativa antes de comprometer recursos significativos y evitar gastos adicionales, incumplimientos o retrasos. Además, es importante considerar la cantidad de usuarios que justifican la infraestructura productiva o social. El estudio de preinversión incluye la recopilación de información histórica y actual para prever la evolución futura del servicio objeto, mejorando así la capacidad de detectar riesgos y adaptarse a la realidad.